No todo el mundo tiene rostro,
hermano, has de fijarte bien. Rostro no es lo mismo que cara. Todo el mundo
posee una cara, hasta el más ruin. Tampoco todo el mundo tiene un alma,
querida. La mayoría la ha perdido en alguna remota transacción de mercado, a vil
precio por cierto. Quedan contadas gentes con alma, mi estimado. Caminan por
las calles como cuerpos huecos en busca de objetos que puedan atiborrar ese
vacío imposible de llenar. Hay que buscar esas pocas personas con alma sin
desmayar, amiga. Cuéntame cuando halles a una. Aquí va mi dirección.
08 diciembre, 2012
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario