03 septiembre, 2010

LAS CRIATURAS DEL CYBORG


Acaba de aparecer –publicado por Simplemente Editores- mi libro Las criaturas del cyborg, que es la continuación de Flores para un cyborg, una novela que lleva dos ediciones en Chile (pronto saldrá la tercera) y una en España, ganadora del Premio Mejores Obras Literarias el año 1996. Ya está en las librerías chilenas.


LAS CRIATURAS DEL CYBORG

Las criaturas del cyborg es la continuación de la celebrada novela Flores para un Cyborg, que obtuvo en 1996 el Premio del Consejo Nacional del Libro y que tuvo el mérito de ubicar nuevamente –tras un largo silencio- la ciencia ficción en el centro de la escena literaria chilena. En Las criaturas del cyborg se vuelven a combinar la ciencia ficción y el género negro en una trama delirante, donde Tom, un androide, ha traspuesto el límite que separa a máquinas y humanos, haciendo realidad el sueño de la inteligencia artificial.

Rubén Arancibia es el experto en robótica que ha construido a Tom, el cyborg. Creador y criatura, junto a una galería de personajes memorables, se involucran en una peligrosa aventura cuando un misterioso personaje regresa al país para cobrar venganza. Génesis, una organización internacional secreta que mantiene alianzas con antiguos torturadores y agentes de seguridad, espera el momento apropiado para regresar al poder. En el país aún sobreviven las heridas de una larga represión y la justicia aún está lejos de imperar a causa de fuerzas ocultas que promueven el crimen y la corrupción.

Las criaturas del cyborg, más allá del sello especial que le otorgan la ciencia ficción y la novela negra, que asegura tensión y placer a sus lectores, se entronca hondamente con aquella literatura que pone su centro en los asuntos humanos .La dimensión social es un protagonista esencial de esta novela, al igual que su prosa ágil y el sentido del humor que invitan a una lectura grata y vertiginosa.

ALGUNAS REFERENCIAS CRÍTICAS DE LA NOVELA ANTERIOR: “FLORES PARA UN CYBORG”

“Para la lectura del libro de Muñoz Valenzuela, además del ya mencionado sentido del humor que lo recorre, adquiere importancia la soltura de la prosa, la facilidad con que se avanza: no es difícil liquidar las más de 260 páginas de tirón”.
Pepe Cervera, España, 2009

“El chileno Muñoz Valenzuela combina el género ne¬gro, la ciencia ficción y la novela social en una vertiginosa novela centrada en la corrupción política y en los experimentos en torno a la inteligencia artificial”.
Revista Mercurio, febrero 2009, España

“¿Una novela de ciencia ficción ambientada en Chile? Sí pero, también y a su manera, Flores para un cyborg es una historia delirante y un thriller social que no logra acomodarse en ningún género salvo en aquel al que todos los escritores aspiran: mantener atrapado al lector desde la primera página”.
Hari Seldon, España, 2009

“Diego Muñoz, al crear esta simbiosis genérica en su relato, con elementos tan dispares como la ciencia-ficción y el realismo sociopolítico, logra una originalidad narrativa pionera en nuestro medio, superponiéndose a las restricciones que se exige al asumir lo fantástico y que supone la agresión con el mundo de lo real cotidiano.
RAMIRO RIVAS, diario El Siglo, 5 al 11 de junio de 1998

“La más reciente novela de Muñoz Valenzuela […] nos entrega un grado notable de madurez. Flores para un cyborg es un relato sorprendente, sospechoso, científico, político, tierno, divertido. Y contiene una honda reflexión sobre la condición del hombre en estos tiempos un tanto huracanados que vivimos, acercándonos al fin del milenio.
POLI DELANO Revista Milenio, México, 1998

“Texto curioso, distinto a cuanto acostumbran abordar los narradores nacionales, muestra a un autor sagaz, que arma bien sus argumentos, presenta a los personajes de manera adecuada y sustenta sólidamente en un trabajo idiomático serio. Diego Muñoz conoce las palabras, las elige, las pule y entrega al final una prosa limpia, grata de leer, efectiva en la proyección hacia el interés del lector.
ANTONIO ROJAS GOMEZ, diario El Mercurio de Valparaíso, 29 de Marzo de 1998

“La visión crítica, el humor y el delirio ficcional, con una trama que se escapa de lo convencional, hacen que la novela se lea con agrado y preocupación, que va más allá del destino de la robótica y abarca el futuro de la humanidad, a menudo carente de convicciones para seguir adelante”.
LUIS MOULIAN, revista ERCILLA, 12 de Enero de 1998

“Por sus cualidades narrativas, el relato se lee con extrema facilidad y cuesta dejarlo. Esto, obviamente, es un mérito esencial. Por una lado, entretenernos (el “placer de la lectura”) y por otro, ir descubriendo las claves de la historia, muy cercanas a la triste realidad de hace algunos años. Pero, más allá de los logros estilísticos, de la fluidez del lenguaje, de algunas situaciones inolvidables, de un diálogo ameno, sobresale – por su propia humanidad – el vínculo afectivo entre Rubén y Tom, este científico medio chalado y arrogante (como él mismo se define) y el cyborg que “da su vida” para proteger a su creador”.
EDUARDO GUERRERO, diario LA HORA, 23 de Diciembre de 1997

“En "Flores para un cyborg", Diego Muñoz Valenzuela (1956), narra la historia de un exiliado que regresa a Chile, y lo hace acompañado de un ente cibernético -ciborg- que lo ayudará a ejecutar su venganza en contra de los que en el pasado fueron sus enemigos políticos. La novela se mueve en los terrenos de la ciencia ficción y el relato policial, unión de dos géneros que se ha hecho frecuente en otros países, pero que en Chile resulta novedoso, y que por lo tanto le confiere un atractivo especial a esta novela”
RAMON DIAZ ETEROVIC, artículo “LA NARRATIVA POLICIAL CHILENA DE LOS AÑOS 80 EN ADELANTE

“Flores para un cyborg es un relato de modernidad encubierto en ropajes que camuflan sus viejos discursos de protesta y disconformidad; aunque ya no desde un proyecto colectivo, sino muy por el contrario totalmente privado. Y aun cuando preferíamos al Muñoz Valenzuela más duro, intransigente y sentimental de los 90, no se puede desconocer que la experimentación le ha permitido construir una novela diferente, por sobre todo entretenida y, fundamentalmente, coherente en términos de creencias”.
PATRICIA ESPINOSA, La Época, suplemento Literatura y Libros, domingo 8 de febrero de 1997.

La creación de un cyborg, más que la obra del doctor Frankestein, un androide superior al robot común, con destellos humanos perfectos, que sabe odiar, amar, ser que es romántico, comediante, filósofo, hasta mentiroso como suelen serlo los hombres, pese a no ser de carne y huesos, sino de complexión cibernética, lleno de tubos, alambres, termina por cautivar y entregar simpatía al lector que busca y aquí encuentra originalidad plena en esta obra literaria meritoria de Diego Muñoz Valenzuela.
ENRIQUE NEIMAN, diario VI Región, sábado 20 de diciembre de 1997

“Tal vez eso de la ternura influye en la naturaleza, por muy electrónica que sea, de este Tom capaz de desarrollar una personalidad propia. Sí, Tom resulta ser lo que llamaríamos un tipo liberado, que se independiza de su creador, como un Adán de fierro, chips y tornillos. Independencia y no rebeldía, porque Tom se aviene con su creador y lo sigue, aunque con iniciativa propia, lo que siempre es un peligro, sobre todo para el amo”.
HERNAN POBLETE VARAS, diario EL MERCURIO, suplemento LITERATURA Y LIBROS, sábado 29 de noviembre de 1997

“(Flores para un cyborg) da cuenta de una mezcla abigarrada de elementos sobre los cuales se construye una visión de mundo caótica y no tan lejana; con rasgos que resultan familiares, tal como en la fábula futurista de (Ridley) Scott.
MAURICIO ILLANES, diario EL MERCURIO, cuerpo A, domingo 14 de diciembre de 1998

“Muñoz Valenzuela ha publicado una curiosa obra de género bastante indefinido. Tiene de ciencia-ficción, por una parte, en la propuesta de creación de un cyborg, expresión que designa a un androide dotado de inteligencia; en otras palabras, lo que los fanáticos de Blade Runner llamarían un replicante. Y por otro lado aborda la novela política, en una trama marcada por el castigo a los culpables de violaciones de los derechos humanos en un país innominado…”.
RODRIGO PINTO, revista Caras, año 10, No. 257, 6 de febrero de 1998

2 comentarios:

TUE_TUE dijo...

me convenciste señor.... buscare el libro jejjejje vale por compartirlo espero que este bien y nos vemos gracisd

muñoz valenzuela dijo...

Debiera estar en la Feria del Libro, Antartica

si no fuera así, está la opcion de

www.buscalibros.cl

y la www.feriadellibro.cl

que venden por Internet


saludos

 
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